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Suzumebachi (雀蜂, Avispa ?) es el nombre de la Zanpaku-tō de la Comandante Suprema de las Fuerzas Especiales y Capitana de la 2ª División, Suì-Fēng, así como el espíritu que habita en su interior. Junto a otras muchas materializaciones de las Zanpaku-tō, Suzumebachi es uno de los personajes que intervienen en la Saga de los Cuentos Desconocidos de las Zanpaku-tō, una temporada de la serie exclusiva del anime en la cual las Zanpaku-tō, dirigidas por Muramasa, deciden rebelarse de sus dueños Shinigamis.

Apariencia

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Aparicion de Suzumebachi en el ending 20

De todos los espíritus materializados de las Zanpaku-tō, sin lugar a dudas el de Suzumebachi es el más pequeño, ya que haciendo honor a su nombre, cabe en una mano sin estrecheces. Su aspecto es similar al de un hada, pues emite continuamente una tenue luz amarilla y se mueve por el aire a grandes velocidades, pese a carecer de alas.

Físicamente, Suzumebachi se asemeja a una chica joven y delgada, apenas con curvas, de piel pálida, ojos rojizos y el pelo castaño, recogido en dos largas coletas. Su identidad es fácilmente reconocible, ya que todo su brazo derecho está cubierto por un aguijón con una forma idéntica a la del shikai de Suì-Fēng, curiosamente esgrimiéndolo de la misma manera que lo hace la propia Shinigami con su bankai. Así mismo, Suzumebachi viste unos pantalones anchos a rayas amarillas y negras, que dejan a la vista sus pequeñas rodillas, y unas hombreras con los mismos colores que se extienden hasta su pecho, en un estilo similar al de la Arrancar Loly.

Personalidad

Suzumebachi es una persona alegre y con un toque ligeramente infantil, algo que marca un claro contraste con la forma de ser dura e inflexible de Suì-Fēng, hasta llegar al extremo de que la Capitana de la 2ª División llegó a poner en duda que aquél espíritu fuese el de su propia Zanpakutō.

Igualmente, es mucho más dicharachera que su propietaria, tanto alejada de las batallas como en medio de un enfrentamiento, adoptando siempre una actitud inocente, hasta que decide ponerse seria y toma un aire más travieso y, al postre, mucho más peligroso. Pese a su aspecto frágil, su minúsculo tamaño y su aparente candidez, Suzumebachi es una luchadora nata, temible bajo cualquier circunstancia, y que no retrocede ni siquiera ante la idea de matar a Suì-Fēng. No parece tener muy buena impresión de los hombres, o al menos eso se desprende de su primera aparición, donde dice que todos son unos inútiles.

Relaciones

Aunque no hay ningún espíritu de Zanpakutō con el que Suzumebachi parezca llevarse particularmente bien, es una de las integrantes de la rebelión que más veces ha intervenido en las conversaciones mantenidas entre ellos, tratando siempre a sus compañeros con familiaridad y preocupándose por ellos, tal y como demuestra al alarmarse ante la idea de poner en peligro la vida de Sode no Shirayuki.

Está muy al corriente tanto de las habilidades y las necesidades de las otras Zanpakutō en un combate, como de sus enemigos, ya que por sus comentarios da a entender que está al tanto del colosal poder espiritual de Kenpachi Zaraki o de la extraña relación entre Suì-Fēng y Yoruichi Shihōin.

Parece ser una fiel devota de la causa de Muramasa, siendo una de tantas Zanpakutō que ansiaban cortar lazos con sus correspondientes dueños y disfrutar de la libertad. Cuando se presenta ante Suì-Fēng, Suzumebachi le dice que una de las razones por la cual se marchó de su lado fue por sus fervientes deseos de dejarse llevar por su sentido de la moda y mostrárselo al mundo entero, cansada como estaba de la su dueña y de su aburrida forma de vestir.

Suì-Fēng

Suzumebachi y Soi fong

Suzumebachi y Suì-Fēng

El espíritu de la Zanpakutō de Suì-Fēng no tiene una buena opinión de la personalidad y el comportamiento de la Shinigami, a la que considera demasiado débil y dependiente de Yoruichi.

Suzumebachi afirma conocer muy bien a Suì-Fēng, y sabe qué decir para herirla y enfurecerla, precisamente ridiculizando sus habilidades de combate al compararlas con las suyas propias y, especialmente, echándole en cara que se rebaje constantemente ante Yoruichi y la trate como si nada hubiese sucedido, aunque la abandonase ignominiosamente cien años atrás.

De hecho, la mayor parte del desprecio de Suzumebachi a Suì-Fēng está centrado en la figura de Yoruichi y en lo que ella significa para la Capitana de la 2ª División, tanto es así que la Zanpakutō materializada le recomienda al poco de cruzarse con ella que lo mejor que puede hacer es buscarse un novio y olvidarse de Yoruichi de una vez por todas.

Por su parte, Suì-Fēng desconfía abiertamente de que su adversaria sea Suzumebachi, mas acaba aceptándolo a raíz de su pelea, en la cual se fuerza a sí misma a derrotar a todo coste al espíritu de su Zanpakutō, consciente como es de lo temible que puede llegar a ser. No obstante, su mentalidad de asesina no deja de ver a Suzumebachi más que como una amenaza a neutralizar, no dejándose llevar por sus emociones más que cuando le mencionan a Yoruichi, momento en el cual ataca con más furia y menos control de sí misma, aunque no tarda en recuperarse de los intencionados comentarios de su Zanpakutō.

Sinopsis

Saga de los Cuentos Desconocidos de las Zanpakutō

Junto a otros muchos espíritus de Zanpakutō, Suzumebachi aparece por primera vez en una cueva subterránea, esperando con impaciencia el regreso de Muramasa . Cuando éste llega, ella y Tobiume acuden con celeridad a recibirle, contemplando con sorpresa al nuevo miembro que se ha unido a su rebelión, que no es otro que Hyōrinmaru.

Al poco tiempo, una vez que Muramasa se siente con las fuerzas suficientes como para declarar la rebelión de las Zanpakutō, Suzumebachi es uno de los muchos espíritus que aparecen en la cima del Sōkyoku ante los sorprendidos ojos de los Shinigamis más poderosos del Gotei 13, aunque no se le llega a ver participando en la batalla que se establece a continuación entre ambos bandos.

Unos días después, presencia con sorpresa y consternación la prueba a la que Muramasa accede a someter a Byakuya Kuchiki para demostrar su fidelidad a las Zanpakutō, luchando y derrotando a Sode no Shirayuki, la Zanpakutō de su hermana, Rukia.

Más tarde, durante el asalto de la mayor parte de las Zanpakutō rebeldes al Seireitei, Suzumebachi interrumpe la lucha entre Suì-Fēng y Tenken y Gonryōmaru, al atacar a la Shinigami por la espalda y haciendo que aparezca el Hōmonka propio del shikai de ésta. Al ver la actitud despreocupada y casual de Suzumebachi, que afirma sentirse muy feliz de poder vestir lo que desea ahora que está materializada, Suì-Fēng duda de que la recién llegada sea el espíritu de su Zanpakutō, mas Suzumebachi le asegura que cuando la vuelva a alcanzar con su aguijón entrará en razón.

Momentáneamente, lo que parece ser una lucha de uno contra tres es interrumpida por la inesperada llegada del Capitán de la 11ª División, Kenpachi Zaraki , que con un tremendo despliegue de poder espiritual siembra el caos y la destrucción en toda la zona.

Suì-Fēng observa con aire reprobatorio de lejos la lucha entre Kenpachi y Byakuya, hasta que es de nuevo atacada por Suzumebachi, mas ahora logra esquivar su picadura. La Shinigami le dice a su Zanpakutō que está dispuesta a luchar con todas sus fuerzas, y le dice que la siga a un lugar más apartado del resto de las peleas para que éstas no interfieran en su enfrentamiento personal.

Suzumebachi ataca a Soi fong

Suzumebachi trata de golpear a Suì-Fēng por segunda vez

Mientras Suì-Fēng corre por los tejados del Seireitei, se ve que ha recibido dos nuevos Hōmonka de Suzumebachi. Pese a sus intentos de alcanzar a su Zanpakutō con su arma sellada, Suì-Fēng es incapaz de golpearla ni una sola vez, debido a su gran velocidad.

Suzumebachi se burla de su antigua dueña recordándole que, por más que sea considerada la Shinigami más veloz de la Sociedad de Almas, al ser ella su Zanpakutō, ese estatus también le incluye a sí misma, y gracias a la ventaja que le proporciona su pequeño tamaño, la convierten en un oponente prácticamente inalcanzable.

Para demostrarlo, Suzumebachi ataca directamente una vez más a Suì-Fēng, quien recibe un Hōmonka en la mejilla. Comprendiendo que a ese paso, no sólo acabará siendo derrotada sino que morirá a consecuencia de la técnica de Suzumebachi, Suì-Fēng activa su Shunkō en el preciso momento en que el espíritu de su Zanpakutō se lanza sobre el Hōmonka de su rostro, repeliendo su ataque y dándole el tiempo suficiente como para alcanzarla, cercenándole el brazo en el que esgrime el aguijón y finalizando su combate con una incontestable victoria de la líder de las Fuerzas Especiales.

Sui feng suzumebachi reiastu

Suzumebachi y Suì-Fēng liberando Reiatsu

Al haber sido derrotada, Suzumebachi regresa a la normalidad y permanece al lado de Suì-Fēng un tiempo más, acompañándola a Karakura Town cuando varios Shinigamis y Zanpakutō acuden a combatir contra los Gillian y acabar con la amenaza de Muramasa. Con sus letales habilidades de combate, Suì-Fēng y Suzumebachi derrotan a varios enemigos y, posteriormente, contribuyen al cierre de una enorme Garganta, que ponía en peligro la ciudad al existir el riesgo de entrada de una infinidad de Gillian desde el Hueco Mundo.


Poderes y habilidades

El estilo de lucha de Suzumebachi es en gran medida el mismo que el de Suì-Fēng, al estar basado en el combate a corta distancia, combinado con una velocidad espectacular, un innegable sigilo y el uso de fintas y todo tipo de maniobras imprevistas empleadas con el propósito de pillar desprevenido a su contrincante. Según ella misma dice, su velocidad es comparable a la de Suì-Fēng, si bien juega a su favor el hecho de ser aún más pequeña.

Tal es así que, cuando Suzumebachi ataca, es muy difícil poder seguir sus movimientos, en muchos casos apareciendo tan sólo como una estela de luz que se mueve con inusitada celeridad alrededor del objetivo, hasta que logra alcanzarle en el punto deseado.

Shikai: Suzumebachi es uno de los pocos espíritus de Zanpakutō que aparece permanentemente con su shikai activado, siendo en su caso el aguijón que cubre todo su brazo derecho.

Aunque teóricamente una picadura de este arma no supondría graves daños en la mayoría de los casos, en realidad es una de las armas más peligrosas y letales de la Sociedad de Almas, al operar sobre ella la técnica denominada Nigeki Kessatsu (二击 决杀, Muerte en Dos Pasos ?), con la cual un impacto del aguijón de Suzumebachi en un punto que previamente ya haya sido alcanzado supondría la muerte inmediata e inevitable del enemigo.

La marca que aparece una vez que Suzumebachi ha perforado una vez su objetivo es llamada Hōmonka (蜂紋華, Emblema de la Abeja ?), y tiene un aspecto similar a una mariposa negra. De esta forma, si Suzumebachi logra volver a dar en el centro de un Hōmonka, se producirá la muerte de su objetivo. Además, el Hōmonka no tiene límite de duración alguno, sino que es permanente y sólo será retirado cuando así sea el deseo de su usuaria.

Curiosidades

  • Su nombre prosede se la avispa gigante asiática, que puede medir hasta 5 cm, y su aguijón 6 mm.
  • La habilidad "Nigeki Kessatsu" también se aplica a este insecto pues nadie a podido sobrevivir a más de 2 picaduras de este.

Navegación

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