El Sōkyoku, a punto de ser activado
El Sōkyoku (双殛, Doble Hoja ?) es el medio utilizado en la Sociedad de Almas para ejecutar a los criminales que han cometido faltas gravísimas. Está compuesto de dos partes totalmente separadas entre sí: una gigantesca arma con un aspecto similar al de un hacha o una alabarda y un patíbulo consistente en dos elevados postes unidos por una tercera viga en su extremo superior, que en conjunto configuran una visión imponente y estremecedora visible desde cualquier lugar elevado en el Seireitei.
Visión General
El Sōkyoku está situado en la cima de una escarpada colina que recibe el mismo nombre que este instrumento, en el centro mismo del Seireitei, y por ende, de la Sociedad de Almas. Según mencionó Sōsuke Aizen, el Sōkyoku sólo se ha utilizado para castigar a Shinigami de la categoría de Capitán de división, razón por la cual la condena a muerte de Rukia Kuchiki a manos de este instrumento levantó tantas sospechas y disconformidades en el Gotei 13. Además, el hecho de que los Capitanes más recientes se mostrasen sorprendidos y subyugados ante el enorme poder del Sōkyoku liberado parece indicar que este tipo de condena a muerte llevaba varios años sin emplearse hasta que ocurrieron los eventos narrados en la Saga de la Sociedad de Almas.
Se dice que el Sōkyoku es el artefacto más poderoso existente en toda la Sociedad de Almas, y su sola activación requiere un considerable esfuerzo y peligro. En el filo de su hoja reside un poder destructivo comparable al de un millón de Zanpaku-tō, mientras que ese mismo número expresado en poder defensivo descansa sobre los postes de su patíbulo. Por ello, al ejecutar un reo en el Sōkyoku, su alma se evapora por completo. Esto era lo que esperaba Aizen que ocurriese con Rukia, y así poder extraer sin ningún inconveniente la Hōgyoku, un pequeño objeto que ansiaba poseer desde hacía mucho tiempo atrás y que por fin estaba al
Kikō'ō
alcance de su mano. Cuando se va a proceder a la ejecución de un condenado, una serie de Shinigami de la División de Kidō procede a liberar la hoja del Sōkyoku, que pasa a tomar el aspecto de un gigantesco ave fénix en llamas, llamado Kikō'ō(燬鷇王). No obstante, antes de que Kikō'ō acabase con Rukia, Ichigo Kurosaki acudió en su rescate y con su sola Zanpaku-tō fue capaz de detener en una ocasión el embate del furioso pájaro de fuego. Kikō'ō se dispuso a realizar una segunda acometida, pero fue oportunamente sellado y totalmente destruido mediante un sello perteneciente al Clan Shihōin empleado por los Capitanes Syunsui Kyōraku y Jūshirō Ukitake. La parte defensiva del Sōkyoku no tardó en correr la misma suerte que la ofensiva, ya que fue el propio Ichigo quien la inutilizó por completo, desplegando toda su potencia espiritual y clavando su Zanpaku-tō en la viga transversal, quebrándola y abriendo un agujero en la propia colina.
Kikō'ō a punto de realizar la ejecucion
Aunque el Sōkyoku dejó de existir en ese mismo momento, el lugar donde se alzó sigue jugando un importante valor simbólico tanto dentro del Gotei 13 como en el propio desarrollo de la historia, siendo un lugar donde han ocurrido distintos eventos, especialmente en episodios exclusivos del anime. Así, fue junto a las ruinas del Sōkyoku donde Aizen, descubierto ya como un traidor, se encaró con el resto de los Shinigami y partió al Hueco Mundo. Igualmente, en este lugar ha transcurrido la lucha definitiva entre Ichigo Kurosaki y Jin Kariya, o incluso el anuncio de la Rebelión de las Zanpaku-tō comandada por Muramasa. En el videojuego Bleach: Shattered Blade el Sōkyoku juega un papel de gran importancia, ya que a raíz de su destrucción es liberado un antiguo y peligroso Arrancar llamado Arturo Plateado, quien además pretende reunir el mayor número de fragmentos de la hoja del Sōkyoku para aumentar su propio poder espiritual.