El aspecto del espíritu materializado de Hyōrinmaru es el de un hombre alto y joven con un característica melena de color verde azulada y una gran marca con forma de equis azul claro en el centro de su rostro.
Sus ojos también son azules, casi blancos, y muestran siempre una mirada triste y pensativa. Hyōrinmaru viste con amplias vestiduras de seda al estilo samurai (en contraste con Senbonzakura, quien usa una armadura completa), con una cadena ciñendo su cintura y dos adornos circulares metálicos en su pecho.
La cadena es la misma que presenta la propia Hyōrinmaru en su forma de shikai, mientras que las dos placas de metal son iguales a la que lleva Hitsugaya en la banda de tela con la que porta su Zanpakutō sellada a sus espaldas.
Las extremidades de Hyōrinmaru parecen estar hechas completamente de hielo, y tanto sus manos como especialmente sus pies tienen la forma de las patas de un dragón. Además, Hyōrinmaru tiene una larga cola verde oscura, cuyo extremo está recubierto de hielo. De hecho, Hyōrinmaru puede adquirir la forma de un enorme dragón de hielo con enormes alas, ojos rojos y voz cavernosa (la forma del espiritu que se ha visto en el manga original), si tal es su deseo.
Personalidad
Hyōrinmaru se ha portado siempre de forma calmada y meditativa, permaneciendo la mayor parte del tiempo en silencio y rodeado de un inconfundible halo de melancolía y anhelo. Apenas sí interactúa con otros personajes, dirigiéndose a ellos con las palabras justas cuando es realmente importante, por lo que prefiere evitar la compañía de otros espíritus, bien es cierto que puede llegar a ser un enemigo implacable. No obstante, también es una persona justa y honorable, que en ningún momento recurre a tretas sucias para tomar ventaja en un combate o sacar cualquier tipo de provecho.
Relaciones
Hitsugaya y Hyōrinmaru
Aunque Hyōrinmaru haya llegado a afirmar seguir a Muramasa, dentro de la rebelión de las Zanpakutō ha mantenido un rol más independiente, anteponiendo su propia búsqueda personal a todo lo demás.
De hecho, aunque haya coincidido en varias escenas con otros espíritus de Zanpakutō, Hyōrinmaru no ha hecho el menor esfuerzo para tratarse con ellos. De entre sus compañeros, quienes más fascinadas se han sentido desde el primer momento por él han sido Haineko y Tobiume, quienes hacen de la búsqueda de atención por parte de Hyōrinmaru un motivo más para discutir acaloradamente.
Precisamente, en una de esas peleas entre ambas, Tobiume llega a insinuar que Haineko está particularmente interesada en Hyōrinmaru, algo que consiguió sacarle los colores a la aludida, que por su parte contraatacó con argumentos similares. Si bien el propio Hyōrinmaru ha llegado a presenciar alguno de estos conflictos, nunca ha intervenido y no ha tardado en alejarse del lugar, haciendo el silencio con tan sólo pasar al lado de los dos espíritus.
Tōshirō Hitsugaya
Mientras que los demás espíritus de las Zanpakutō recuerdan todo lo referente a su pasado, al ser convocado por Muramasa, Hyōrinmaru ha olvidado todo lo referente a sí mismo y a su vida anterior, hasta tal punto que desconoce tanto su nombre como la identidad de su antiguo dueño. Esta extraña situación le causa una gran desazón y es una de las razones por las que prefiere mantenerse apartado de los otros espíritus y darle vueltas a su constante pregunta de quién es y de cómo dar con el Shinigami al que perteneció con anterioridad.
Cuando es el propio Hitsugaya quien se presenta ante él, Hyōrinmaru se niega a creer que un niño como él pudiera ser su dueño, y le dice que no sólo es una de las Zanpakutō más poderosas, sino que su potencial es enorme y puede llegar aún más lejos, por lo que considera imposible que alguien como Hitsugaya pueda ser la persona a la que eligió en el pasado para ser su compañero.
Por tanto, Hitsugaya se ve obligado a abrirle los ojos a Hyōrinmaru y demostrarle que es un digno portador suyo, algo que finalmente consigue no sin ingentes esfuerzos. Convencido por fin de haber encontrado a su dueño perdido, Hyōrinmaru muestra hacia él un lado amable e incluso afectuoso, preocupándose por Hitsugaya y evitando que caiga éste al suelo al perder la consciencia.
Sinopsis
Saga de los Cuentos Desconocidos de las Zanpakutō (sólo en anime)
Hyōrinmaru es uno de los últimos espíritus de Zanpakutō en ser reclutados por Muramasa, que lo lleva a un refugio subterráneo donde ya se encuentran esperando otros tantos espíritus, preparados para dar a conocer su independencia respecto a los
Hyōrinmaru abandona a Hitsugaya
Shinigamis. Tobiume y Suzumebachi dan la bienvenida a su nuevo aliado, incapaces de disimular su sorpresa e interés hacia él.
Mientras, en las dependencias de la 10ª División, Hitsugaya percibe que le ocurre algo a Hyōrinmaru, mas cuando se dispone a preguntarle qué es lo que sucede, el enorme dragón de hielo se desvanece. De nuevo con su aspecto humanoide, Hyōrinmaru parece salir de detrás de Hitsugaya cuando éste se encuentra en la cima del Sōkyoku acompañado de los otros altos cargos del Gotei 13, separándose de él y reuniéndose con los demás espíritus de las Zanpakutō en el momento en que Muramasa les declara la guerra. En la lucha que se da a continuación, sólo se ve a Hyōrinmaru intervenir en una ocasión, protegiendo a Muramasa de un ataque de Ikkaku Madarame.
Los dragones de hielo de Hyōrinmaru rodean a Ichigo
Unos días después, Hyōrinmaru se topa con Ichigo Kurosaki por la noche, cuando éste está buscando a Byakuya Kuchiki y ha logrado deshacerse de Haineko y de Tobiume. Ante Ichigo, el espíritu de la Zanpakutō de Hitsugaya reconoce que Muramasa ha ordenado que nadie luche con él, pero que ignora el porqué, así que opta por encerrarle un pilar de hielo. Ichigo se dispone a contraatacar liberando su bankai, algo que sorprende visiblemente a Hyōrinmaru y le impulsa a preguntarle cuál es el nombre de su Zanpakutō.
Ichigo se niega a responderle, y Hyōrinmaru acaba comprendiendo con cierta pena que Ichigo no es su dueño, reconociendo que le está buscando porque ha perdido todos sus recuerdos. Hyōrinmaru se da la vuelta y se aleja del lugar, no sin antes aprisionar a Ichigo en la letal técnica Sennen Hyōrō, hasta que es Hitsugaya quien se presenta ante él, le dice su nombre y trata de hacerle ver que es su Zanpakutō. El espíritu desconfía del joven Shinigami y se niega a creer que un simple niño pueda haber sido su dueño, así que decide probar sus fuerzas, diciéndole que sólo si puede derrotarle demostrará que su afirmación era cierta.
La lucha no tarda en inclinarse a favor de Hyōrinmaru, puesto que es capaz de congelar incluso el Hadō que Hitsugaya le lanza. Sin embargo, el joven Capitán no ceja en su intento, y cuando oye decirle a su antigua Zanpakutō decir que su único deseo es encontrar el lugar al que pertenece, se convence aún más de que debe hacer volver a Hyōrinmaru a su lado, ya que la soledad del espíritu le recuerda a la que sintió él mismo en su infancia.
Con su voluntad renovada, Hitsugaya es capaz de liberar el poder de su Zanpaku-tō y mediante un gigantesco dragón de hielo rodea a Hyōrinmaru y a sí mismo en una prisión congelada, continuando su ofensiva a la vez que trata de hacer recordar al espíritu de su Zanpakutō que, cuando él ni siquiera era un Shinigami, se apareció en sus sueños y disparó sus poderes espirituales hasta límites insospechados.
Con estas palabras, Hyōrinmaru por fin recupera la memoria y acaba socorriendo a un fatigado Hitsugaya, cogiéndole en brazos y desciendo con él al suelo ante los ojos de Ichigo, que ya se había conseguido librar del Sennen Hyōrō. Seguidamente, Hyōrinmaru lleva a Hitsugaya a las dependencias de la 4ª División y ahí vela su descanso, hasta que éste se despierta y se propone ayudar a sus compañeros Shinigamis, que acaban de sufrir un serio ataque de los espíritus de las Zanpakutō. Hyōrinmaru le conmina a que siga en la cama y confíe en sus amigos, ya que en su estado no sería de gran utilidad, y le pregunta si hay algo que él no sepa acerca de todo aquel asunto.
Después de que Hitsugaya se haya recuperado de sus heridas, él y Hyōrinmaru acuden en auxilio de Ichigo Kurosaki, del Comandante General Yamamoto y de los Capitanes Syunsui Kyōraku y Jūshirō Ukitake, que se encuentran prisioneros de la Zanpakutō de Yamamoto, Ryūjin Jakka, considerada la de más poder ofensivo de todas las de la Sociedad de Almas. Los dos juntos emplean el bankai para detener momentáneamente el paso de las llamas y lograr que Ichigo pueda escapar a toda prisa, en dirección a Karakura Town, tras lo cual se mantienen a la expectativa junto a los demás capitanes.
La situación no tarda mucho en remediarse, ya
Hyōrinmaru y Suzumebachi listos para luchar
que poco después tanto Hitsugaya como Hyōrinmaru acuden al mundo de los vivos junto a otros muchos Shinigamis y Zanpaku-tō a ayudar a Ichigo en su último combate con Muramasa.
El grupo se enfrenta sin grandes problemas a unos Gillian que han emergido del interior de Muramasa y, después de haberlos derrotado, cierran una Garganta que amenazaba con inundar la ciudad de Karakura de más Gillian, a los que difícilmente hubieran derrotado con la misma rapidez las fuerzas de la Sociedad de Almas.
Poderes y habilidades
Al tratarse del espíritu de una Zanpakutō de un Capitán de división, Hyōrinmaru es un combatiente muy poderoso, con un manejo tal de la espada que es capaz de rivalizar, si no superar, al propio Hitsugaya.
También es capaz de moverse a grandes velocidades, recurriendo a una técnica similar al Shunpo, con la cual se desplaza con una agilidad tal que fácilmente se pierde de vista y puede atacar desde cualquier dirección.
No obstante, el verdadero punto fuerte de Hyōrinmaru reside en que se trata de la Zanpakutō de hielo más poderosa de toda la Soci
Hyōrinmaru congelando el Shakkahō de Hitsugaya
edad de Almas, y como tal puede controlar sin ningún problema el hielo, que obtiene de la humedad de la atmósfera.
El poder que controla sin ningún problema Hyōrinmaru es tan grande que es capaz de modificar el tiempo atmosférico a sus alrededores, apareciendo por encima de él unas oscuras nubes de tormenta e, incluso, una ventisca. El control de Hyōrinmaru sobre el hielo es tal que es capaz de congelar todo aquello que entra en contacto con él mismo en un solo instante, incluyendo hasta las técnicas Kidō.
Shikai: en cualquier momento, Hyōrinmaru puede manifestar el shikai de sí mismo. Al hacerlo, su arma mantiene un aspecto muy similar al que tenía en su forma sellada, pero añadiendo al final de su mango una larga cadena que puede extenderse a su antojo y que acaba en una placa metálica en forma de media luna. En su shikai, los golpes que descarga Hyōrinmaru crean una cantidad inmensa de poder espiritual que se convierten en una figura de hielo similar a un dragón chino, que vuela en dirección al objetivo y congela todo lo que toca a su paso. Además, el espíritu de Hyōrinmaru crea múltiples dragones de hielo sin necesidad de esgrimir directamente la katana, y los dirige hacia su contrincante desde diferentes ángulos. El poder congelante se extiende también a la propia cadena del arma, que recubre de una gruesa capa de hielo todo aquello sobre lo que se cierra.
Sennen Hyōrō (千年氷牢, , Prisión de Hielo Milenaria?). Aunque Hitsugaya sólo ha empleado esta técnica especial en el bankai, el espíritu materializad
Ichigo en la Sennen Hyōrō
o de Hyōrinmaru puede realizarla en el shikai. Consiste en la creación de varios pilares de hielo, que rodean al objetivo y comienzan a girar en torno suyo, si así lo desea el propio Hyōrinmaru. Al girar su espada un ángulo de noventa grados en sentido contrario a las agujas del reloj, los enormes pilares se acercan cada vez más entre sí y se cierran sobre el
Hyorinmaru en su Forma Bankai.
enemigo, aplastándole.
Bankai:Daiguren Hyōrinmaru (大紅蓮 氷輪丸, , Anillo de Hielo, Gran Loto Carmesí?). Al liberar su bankai, Hyōrinmaru se transforma completamente en un enorme dragón de hielo alado, que es capaz de exhalar ingentes cantidades de frío de sus fauces, con un poder tal que logran congelar durante un tiempo hasta las llamas de Ryūjin Jakka, la Zanpakutō de tipo fuego más poderosa.
